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La Monarquía en el Reino Unido – Actualización 2025

La monarquía británica es una de las instituciones más antiguas del mundo y sigue desempeñando un papel simbólico, diplomático y cultural de gran peso en el Reino Unido y en los países que integran la Commonwealth. Aunque su poder político es limitado, su influencia social, económica y mediática continúa siendo notable.


Rey Charles III: un monarca moderno en tiempos complejos

El actual monarca es Su Majestad el Rey Charles III, quien asumió el trono el 8 de septiembre de 2022, tras el fallecimiento de su madre, la Reina Isabel II. Su coronación oficial tuvo lugar el 6 de mayo de 2023 en la Abadía de Westminster.

A sus 76 años, Charles ha asumido el rol con una agenda clara en temas como el medio ambiente, la juventud y la cohesión social. Ha continuado con las labores benéficas que desarrollaba como Príncipe de Gales, sobre todo a través de su fundación The Prince’s Trust, que apoya a jóvenes vulnerables en áreas como empleo, emprendimiento y salud mental.


La Familia Real: unidad institucional con tensiones internas

A pesar de su papel ceremonial, la familia real tiene un alto perfil público y mediático. En 2025, el equilibrio entre tradición y modernidad se hace visible en varias figuras:

  • Príncipe William y Princesa Kate: gozan de alta popularidad. Se están preparando para asumir mayores responsabilidades institucionales. Además, están modernizando normas no escritas, como permitir viajar juntos con el Príncipe George (rompiendo el protocolo que los prohibía hacerlo tras cumplir 12 años).
  • Príncipe Harry y Meghan Markle: viven en California y han estado distanciados de la familia real desde 2020. Aunque han habido intentos de reconciliación, persisten las tensiones.
  • Princesa Ana: una de las figuras más trabajadoras y respetadas. En 2024 realizó más de 470 compromisos oficiales.

Apoyo público y avance del republicanismo

La monarquía sigue gozando de apoyo mayoritario, pero este ha disminuido en los últimos años, sobre todo entre los jóvenes. Según encuestas recientes:

  • El 55 % de la población general apoya la continuidad de la monarquía.
  • Solo el 31 % de los jóvenes entre 18 y 24 años desea que se mantenga.
  • El apoyo es más alto en Inglaterra y Gales, y más bajo en Escocia e Irlanda del Norte.
  • Los movimientos republicanos han incrementado su visibilidad, con protestas pacíficas durante actos oficiales bajo el lema “Not My King”.

Financiación de la monarquía: ¿cuánto cuesta?

La monarquía se financia principalmente a través del Sovereign Grant, una asignación pública basada en los ingresos generados por el Crown Estate (propiedades y activos que gestiona el Estado).

Principales datos:

  • El Sovereign Grant representó en 2024 unos £86 millones, de los cuales gran parte se destinó a mantenimiento de palacios, personal y gastos oficiales.
  • No incluye gastos de seguridad, que son cubiertos por otras partidas gubernamentales.
  • Según estimaciones, el coste real por contribuyente es de aproximadamente £1.29 por año.

Los defensores argumentan que la monarquía genera más ingresos del turismo y la diplomacia cultural de lo que cuesta. Los críticos piden mayor transparencia y una reducción de gastos, especialmente en tiempos de crisis económica.


Sucesión: ¿Quién sigue en la línea del trono?

La línea sucesoria actual es:

  1. Príncipe William, Príncipe de Gales
  2. Príncipe George
  3. Princesa Charlotte
  4. Príncipe Louis

El príncipe William ya cumple funciones de Estado y representa al monarca en muchas ocasiones. Su popularidad y cercanía con las nuevas generaciones lo posicionan como un heredero bien aceptado, aunque todavía distante de asumir el trono.


La monarquía y la Commonwealth

El monarca británico sigue siendo jefe de Estado en 14 países de la Commonwealth, incluyendo Australia, Canadá, Nueva Zelanda y varias naciones del Caribe.

Sin embargo, varios de estos países están debatiendo cortar ese vínculo:

  • Barbados se convirtió en república en 2021.
  • Jamaica y Belice han anunciado referendos entre 2025 y 2026 para evaluar la continuidad del monarca como jefe de Estado.
  • Charles ha expresado que la decisión de mantener el vínculo es una elección soberana de cada nación, lo que marca un enfoque menos colonialista que generaciones anteriores.

Monarquía por regiones del Reino Unido

Región Apoyo a la monarquía (estimado) Observaciones destacadas
Inglaterra 60 % Mayor identificación histórica y cultural
Gales 55 % Apoyo moderado; familia real visita Cardiff frecuentemente
Escocia 45–48 % Sentimientos independentistas influyen en el rechazo
Irlanda del Norte 42–46 % Dividido entre unionistas (a favor) y nacionalistas (en contra)

Conclusión

La monarquía británica atraviesa una nueva etapa: menos ceremonial, más expuesta al escrutinio público, y con crecientes demandas de transparencia, reforma o incluso abolición en ciertos sectores. A pesar de ello, sigue siendo un pilar de identidad nacional para millones, tanto dentro como fuera del Reino Unido.

La figura del Rey Charles III, si bien con desafíos de salud y reputación, representa la transición hacia una institución más moderna, con miras al futuro y a la sostenibilidad de su rol en una sociedad en constante cambio.

 

El Parlamento

El Rey convoca al Parlamento, clausura su período de sesiones y lo disuelve. Normalmente abre cada período de sesiones con un discurso pronunciado desde el trono y redactado por el Gobierno, que sintetiza precisamente el Plan de Gobierno. Para que una ley quede sancionada, el Rey debe prestar su Aprobación Real, que se anuncia a ambas Cámaras del Parlamento.

Si queres conoceer mas acerca del Parlamento Britanico, visita su pagina oficial.

Justicia

El Rey, por recomendación de sus ministros, puede indultar u otorgar clemencia a personas condenadas. En el aspecto jurídico, el Rey como particular es inimputable: goza de inmunidad ante la justicia civil y penal, y no puede ser objeto de demandas judiciales. Esta inmunidad no se extiende a los demás miembros de la familia real.

Honores y nombramientos

El Rey tiene la facultad de conferir títulos honoríficos y otras distinciones. Normalmente lo hace por recomendación del Primer Ministro, aunque algunos títulos son conferidos personalmente por el Soberano. La Reina efectúa nombramientos para un gran número de importantes cargos públicos, aconsejada por el Primer Ministro o el Ministro de Gabinete pertinente.

Política Exterior

En Londres, los representantes diplomáticos extranjeros están acreditados ante la Reina, y ella tiene la facultad de firmar tratados, declarar la guerra y acordar la paz, reconocer Estados y gobiernos extranjeros, y anexar o ceder territorio.

Consejo Privado del Rey

El Rey preside las reuniones del Consejo Privado. En ellas, se aprueban Ordenes del Consejo dictadas en virtud de las Prerrogativas Reales o en conformidad con poderes establecidos por ley. Las prerrogativas reales se emplean principalmente para asuntos ejecutivos del gobierno; son poderes sujetos a convenciones constitucionales (normas que no forman parte de la legislación del país, pero son consideradas indispensables para el funcionamiento del Gobierno). En casi todos los casos, los actos derivados del uso de prerrogativas reales son ejecutados por los Ministros, quienes responden por ellos ante el Parlamento y pueden ser interpelados sobre las políticas en cuestión. El Parlamento tiene la facultad de abolir o restringir una prerrogativa.

Además de ser informada y consultada acerca de todos los aspectos de la vida nacional, la Reina es libre de exponer sus propias opiniones en privado ante los Ministros.

¿Cuál es la letra del Himno Nacional?

El Himno Nacional Británico se originó en una canción patriótica ejecutada por primera vez en 1745. No existe una versión autorizada; la letra es fruto de la tradición. En ocasiones oficiales, lo habitual es cantar sólo la primera estrofa, cuya letra es la siguiente:

“God save our gracious King! Long live our noble King! God Save the King!
Send her victorious, happy and glorious, long to reign over us, God save the King!”

(Dios salve a nuestra gentil Rey, Larga vida a nuestra noble Rey
Dios salve al Rey. Que reine largo tiempo sobre nosotros,
Victoriosa, dichosa y gloriosa. Dios salve al Rey.)

¿Qué representa el Sello Real?

El sello real, en inglés “crest”, que además de sello significaba originariamente una parte del yelmo que proporcionaba a quien lo usaba protección adicional contra los ataques de espada y hacha del enemigo, era por ello un buen lugar para exhibir el escudo de armas, o al menos alguna de sus características más prominentes.

El sello real muestra a un león sosteniendo la Corona. Fue tomado del Escudo de Armas Real y se utiliza actualmente para identificar artículos personales pertenecientes a la Reina o artículos que ostentan la Certificación Real.

¿Dónde se originan los lemas “Dieu et mon droit” (Dios y mi derecho) y “Honi soit qui mal y pense” (desventurado aquel que piense mal)?

La frase en francés “Dieu et mon droit” (equivalente a: Dios y mi derecho) es el lema del Soberano. Las palabras constituyeron la contraseña militar elegida por el Rey Ricardo I antes de la batalla de Gisors en 1198. Significaba que no era vasallo de Francia, sino que sólo a Dios debía su realeza. Los franceses fueron derrotados en combate, pero la contraseña no fue adoptada como lema de la realeza británica hasta la época de Enrique VI (1422-61). Desde entonces, ha sido conservada por sus sucesores. El lema aparece debajo del escudo que forma parte del Escudo de Armas Real.

El dicho en francés “Honi soit qui mal y pense” (equivalente a: desventurado aquel que piense mal) aparece en una jarretera que rodea al escudo que figura dentro del Escudo de Armas Real. Es símbolo de la Orden de la Jarretera (del francés “jarretière”: liga), una antigua orden nobiliaria cuyo Soberano es la Reina. La Orden de la Jarretera fue fundada por Eduardo III en 1348, durante la Guerra de los Cien Años contra Francia.

El lema bien puede haber estado dirigido a los críticos de la pretensión del Rey de acceder al trono de Francia; sin embargo, según una tradición registrada por primera vez por historiadores de la era Tudor, el lema se originó en un festejo para celebrar la toma de Calais. La Condesa de Salisbury, amante del Rey, fue objeto de la burla de los cortesanos por perder su liga durante el baile. Eduardo inmediatamente se acercó y ató la cinta azul alrededor de su propia rodilla, pronunciando la frase a modo de reproche y declarando que la liga pronto sería objeto del mayor de los respetos.